Un coche de carburante, de media, gasta 10L a los 100Km, con tan solo un 20% de eficiencia. Mientras que un coche eléctrico gasta 9,5Kwh con un 85% de eficiencia.
Pongamos como ejemplo un trayecto de casa al trabajo, en el que recorres 25Km ida y 25Km vuelta. Con el coche de carburante gastarías aproximadamente 5L de gasolina y 160000Kj de energía, de esos 160000Kj, se pierden por el medio ambiente 130000Kj. En cambio, con un coche eléctrico gastarías 9,5Kwh y 34000Kj de energía, de los cuales se pierden 5000kj.
Con la energía que se pierde usando el coche de carburante, podríamos calentar un bidón de agua de 20 litros, en cambio, usando el coche eléctrico calentaríamos tan solo un bidón de 2 litros.